Los Dos Levi Strauss





Teorías antropoculturales en la residencia de Rafa.

Todo tiene que ver con todo es la premisa fundamental. Sí, sí. Como el famoso aleteo de mariposa.

Noche de viernes. Rafa descorcha su botellita para regar una cena opípara (soy abstemia, you now, pero lo imito saboreando mi coca). Entre chistes y chistes y flashes de t.v., Rafa se posesiona, adopta la forma de viejo sauce y comienza a deshilachar su tesis:

Cuando yo era chico (sonó a cuerda de motoneta de chapa) la calle 8 cumplía la misma función que ahora. Era una especie de pasarela donde uno iba a mostrarse. Digo “uno” pero no estoy siendo justo con la realidad. A 8 iban a mostrarse los comúnmente conocidos como CHETOS. La mejor pilcha, los mejores autos, las mejores minas, toda la facha. Sólo quien cumplía con estos requisitos podía ser llamado CHETO con propiedad.

-¿Y si no eras cheto, qué? Pregunté cuando hizo una pausita para saborear el vino.
- Si no eras cheto eras lo que era yo. Un boludo, un boludo que no podía salir del barrio. Pero claro, ustedes no son platenses, no conocen.


Silencio.

Cuestión que se era una cosa o la otra. Hoy en día se puede decir que hay una pequeña evoluciones en estas cuestiones. Existen, aún, los dos grupos diferenciados: Los chetos pasaron a ser los Glam o alguna otra calificación pero básicamente siguen teniendo las mejores pilchas, las mejores minas, toda la facha. Los excluidos de esos parámetros son los mismos boludos de ayer; pero no podemos dejar de hacer una salvedad. Tratando de sobrevivir y de ocupar, aunque más no sea, la esquina de 51, se han aglutinado según sub-tendencias. El de flequillo lacio y negro con el del flequillo lacio y negro: son Emos. Los dispuestos a romperse los huesos sobre cuatro rueditas: skaters. Si tenés un sobretodo y delineador negro: gótico. Y así, y así…


Se dejó caer en la silla y se perdió en sus recuerdos.

Estructuras y jeans, amalgamados.

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