
*** D´UVI.— Silencio, perros. Volved a vuestras pipas en orden y dejad el castigo por mi cuenta. (Silencio.) Pues bien, ¿habéis visto lo que cuesta no obedecerme? ¿Dudaréis ahora de vuestro jefe? Volved a vuestras casas; los muertos os acompañan, serán vuestros huéspedes todo el día y toda la noche. Hacedles un lugar en vuestra mesa, en vuestro hogar, en vuestro lecho, y tratad de que vuestra conducta ejemplar les haga olvidar todo esto. En cuanto a mí, aunque vuestras sospechas me hayan herido, os lo perdono. Pero tú, Dorothy...
DOROTHY.— Bueno, ¿qué? Le pifié, erré el golpe. La próxima vez saldrá mejor.
D´UVI.— No te daré ocasión. Las leyes de la ciudad me prohíben castigar en este día de fiesta. Lo sabías y has abusado. Pero ya no formas parte de la ciudad, te echo. Partirás descalza y sin equipaje, con ese vestido infame sobre el cuerpo. Si todavía estás dentro de estos muros mañana al alba, doy la orden a quien quiera que te encuentre de matarte como a una oveja sarnosa.
Sale, seguido por los GUARDIAS. La MULTITUD desfila delante de DOROTHY mostrándole las cachiporras.
"Los mosquitos"
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